10 de noviembre de 2024

Radio Clásica

Argentina

Con un ingenioso juego de planos superpuestos, proyecciones e interdiscursividad, el ballet contemporáneo en dos actos “Caravaggio” fue un derroche (si, despliegue excesivamente positivo) de excelencia en el durante los últimos días de mayo y los primeros de junio.

Este cronista asistió a la función de estreno martes 28 de mayo, protagonizadas por las estrellas internacionales Roberto Bolle, reconocido étoile del Teatro alla Scala de Milán, y bailarín principal del ABT, y la bailarina rusa Maria Khoreva primera solista del Ballet Mariinsky, y a la del martes 6 de junio, protagonizadas por Federico Fernández (Caravaggio), Ayelén Sánchez (La Luz), Rocío Agüero (Sombra), Camila Bocca (Belleza) y Lola Múgica (Quiromántica).

El virtuosismo de Federico Fernández, la gracia de Ayelén Sánchez y el perfeccionismo de “la quiromántica” Lola Múgica, fueron el apoyo interpretativo de las ideas del coreógrafo italiano, incluidas las ingeniosas referencias intertextuales prestadas al cine.

convenció a través de su técnica y su capacidad para transmitir emociones. Ayelén Sánchez, Rocío Agüero y Camila Bocca deslumbraron con elegancia y fluidez en cada paso, llevando a cabo una interpretación llena de emociones de los personajes de Caravaggio (1571-1610). Múgica aportó una dimensión adicional al ballet con su perfeccionismo, creando momentos de profunda autenticidad en cada cuadro.

es “Caravaggio” y Maria Khoreva “La Luz”. Ph: Máximo Parpagnoli.

Una de las escenas más destacadas de la segunda parte podría haber sido la inspirada en ” Sherlock Junior” de Buster Keaton, donde un cuadro cobra vida y las figuras en él representadas se desprenden y descienden al escenario.

El trío conformado por Emanuel Abruzo, Lola Múgica y Emiliano Falcone desplegó deliciosas y sugestivas figuras amorosas, agregando un toque especial a la narrativa del ballet.

El color de los óleos coreográficos de Bigonzetti fue realzado, sin lugar a dudas, por el diseño de luces de Carlo Cerri, su camarada de muchos años. Cerri, como “perspectivista” de esta obra verdaderamente pictórica, empleó su ingenioso juego de planos superpuestos, proyecciones e interdiscursividad para crear una experiencia visual envolvente.

Con la fusión entre el arte pictórico, planos simultáneos cual Metaverso o ficción cuántica, y danza en vivo, Bigonzetti creó momentos visualmente impactantes y emocionantes.

María Khoreva cautivó al público en cada aparición. Ph: Máximo Parpagnoli.

En cuanto a los artistas invitados, la luz de María Khoreva cautivó al público en cada aparición con su figura lánguida, hermosas líneas, técnica sublime e imantada personalidad. Bolle como Caravaggio logró recién en el segundo acto mostrar todas sus cualidades y dotes artísticos. Uno de esos momentos fue junto a Nahuel Prozzi, en un dúo de muy difícil ejecución.

Las funciones con primeras figuras del propio elenco estuvieron a la altura del estándar altísimo de las figuras internacionales de las primeras fechas.

La excelente performance del ballet del en este segundo programa de ballet del año le debe mucho a la guía y dirección de su director, Mario Galizzi. Bajo su liderazgo, el ballet recupera niveles de excelencia artística y alta calidad.