La Merope en el Teatro Real, muestra lírica del barroco tardío
Terradellas: “La Merope”. Emöke Baráth, Francesca Pia Vitale, Paul-Antoine Bénos Dijian, Valerio Contaldo, Sunhae Im, Margherita Maria Sala, Thomas Hobbs. Akademie für Alte Musik Berlin. Director: Francesco Corti. Teatro Real, 21 de febrero de 2025.
Los veteranos nos acordamos de que en enero de 1979 el Teatro de la Zarzuela de Madrid programó esta hasta entonces desconocida ópera del catalán Domènec Terradellas, con libreto del célebre Apostolo Zeno, estrenada en el Teatro delle Dame de Roma el 3 de enero de 1743. Fue un representación, dirigida en lo escénico por Ángel Gutiérrez y en lo musical por Miguel Roa. Participaban cantantes españoles: Angeles Chamorro, Paloma Pérez Iñigo, Isabel Rivas, Carmen Sinovas, Manuel Cid, Julián Molina y Alfonso Leoz. Nos quedó tras la visión y la escucha, aunque la representación distara de ser modélica, un muy buen sabor de boca.

La Merope en el Teatro Real
El Real ha recuperado este título, aunque lo haya hecho en el apartado concertístico, tan abundante en la programación de la temporada. Pero aun así ha valido lana porque la sesión ha tenido una gran altura musical y nos ha permitido penetrar en las innumerables bellezas de la partitura, demostrativas de la inventiva y fantasía, dentro de los moldes habituales de la ópera de aquellos tiempos, del compositor. La obra abunda en arias, la mayoría “da capo”, recitativos, alguno de ellos “accompagnato”, y algún que otro dúo.Todos ellos diseñados construidos magistralmente, a partir de una indudable belleza melódica. Giros, saltos de octava, escalas, trinos, basamento de una bien diseñada coloratura, alimentan muchas de las páginas, en algún caso necesitadas de un instrumento “obbligato”, flautas en más de una ocasión.
Espléndida ópera que, en palabras de su actual exhumador, el director y clavecinista Francesco Corti, posee “una música agresiva y llena de colores, es rápida y eficaz y demanda unas técnicas depuradas y virtuosas”. Se ha empleado una edición de Gerhard y dos fuentes manuscritas existentes en Viena y Bolonia. Aunque al parecer, ha habido abundantes cortes. Aún así hemos escuchado música por espacio de dos horas y media. Y no hemos perdido detalle. Los da capo no se nos han hecho eternos como en otras ocasiones y en relación con otras músicas. Incluso del propio Terradellas, así la de otra ópera recientemente escuchada en el Auditorio Nacional: “Giuseppe riconosciutto”, de la mano de Vespres d’Arnadi y su director Dani Espasa.

Francesca Pia Vitale
El argumento, similar a tantos de óperas de la época, es un lío: muchos equívocos, pasiones encontradas a veces a ras de suelo, asesinatos, malevolencias… Al final todo acaba bien, con la muerte del malo, Polifonte. Y el reencuentro de Merope con su hijo, Epitide. En medio mucha y buena música de todo tipo perfectamente ensamblada, construida, regulada, matizada y fraseada por ese estupendo músico que es Francesco Corti -nos lo ha vuelto a confirmar en esta ocasión-, que dirige con prestancia, lógica acentuación y limpieza a un conjunto de 27 músicos que manejan, como es lógico en estos casos, instrumentos de época; bien afinados y adecuadamente empastados. El espectro sonoro resultante es magnífico y adaptado como un guante a las voces.

Francesco Corti
De entre ellas sobresalieron las de la madre y las del hijo, que en este caso han sido del mismo tipo: dos sopranos líricas. Merope fue Emöke Baráth, bien centrada, con empaque, presencia, solidez, con el dramatismo justo. Su canto se enturbió a veces por ciertas destemplanzas en la zona aguda, pero creó personaje y fue resolutiva. Frente a ella, Francesca Pia Vitale -curiosamente vestida para la ocasión con una chaqueta de payaso listo-, mostró contundencia, brillo, mayor seguridad en la zona alta, temple y vigor. Irreprochable. Los demás estuvieron a un digno nivel a excepción del grisáceo tenor ligero Thomas Hobbs (Anassandro). El contratenor, Benos Dijian (Trasimede) exhibió un voluminoso timbre de contralto, parcialmente engolado y no siempre afinado. Algo que denotó también el discreto tenor lírico-ligero Valerio Contaldo (Polifonte). Bien, algo corta y con estrechamiento en la zona alta, la mezzo Margherita Maria Sala (Licisco). Aceptable la muy ligera soprano Sunhae Im (Argia).
Buen éxito, programa de mano -dos hojitas- con muy poca información. Aunque la que se puede obtener por internet no es mucho mayor. Lo de que se nos ofrezca el libreto es cosa de otros tiempos. Había una buena entrada, aunque muy lejos del lleno. En todo caso, felicitaciones por la exhumación. Arturo Reverter
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