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Crítica: ‘El holandés errante’ de Wagner, en Les Arts

PorBeckmesser

Mar 4, 2025

El sobresaliente holandés errante de Wagner, en Les Arts

El holandes errante de Wagner. Nicholas Brownlee, Elisabet Strid, Franz Josef Selig, Stanislas de Barbeyrac, Moisés Marín, Mary Eva Kroon. Dirección musical:  James Gaffigan. Dirección de escena:  Willy Decker. Escenografía y vestuario:  Wolfgang Gussmann. Iluminación:  Hans Tölstede. Cor de la Generalitat Valenciana. Coro de la Comunidad de Madrid. Orquestra de la Comunitat Valenciana. Palau de les Arts. Valencia, 2 de marzo de 2025.

El holandés errante de Wagner, en Les ArtsEl holandes errante de Wagner. Nicholas Brownlee, Elisabet Strid, Franz Josef Selig, Stanislas de Barbeyrac, Moisés Marín, Mary Eva Kroon. Dirección musical:  James Gaffigan. Dirección de escena:  Willy Decker. Escenografía y vestuario:  Wolfgang Gussmann. Iluminación:  Hans Tölstede. Cor de la Generalitat Valenciana. Coro de la Comunidad de Madrid. Orquestra de la Comunitat Valenciana. Producción del Teatro Regio Torino, original de la Opera National de Paris. Palau de les Arts. Valencia, 2 de marzo de 2025.

Imagen de la producción © Miguel Lorenzo-Mikel Ponce

Wagner estrenó “Der fliegende Holländer” en 1843, convirtiéndose en una obra fundamental en la evolución del género operístico y en la propia carrera del compositor. La ópera explora temas como la maldición, la fidelidad, el amor redentor, el sacrificio y la búsqueda de la eternidad, elementos en los que Wagner insistiría más tarde. El Holandés y Senta son personajes profundos y multifacéticos. El primero es una figura trágica, atormentada por su destino, entre la esperanza y la desesperación; mientras que Senta representa la entrega absoluta, casi obsesiva, hacia un ideal. Aunque no tan desarrollado como en sus obras posteriores, Wagner introduce ya sus famosos “leitmotiv”. Esta ruptura con las formas operísticas tradicionales fue vista con escepticismo por algunos críticos y público, que consideraron densa la orquestación y confusos estos “leitmotiv”.

Wagner logra crear una atmósfera opresiva y misteriosa, especialmente en las escenas marítimas. La escenografía y la música se combinan para transportar al público a un mundo de leyenda y tragedia. La producción, de Willy Decker, se estrenó en 2000 en la Bastilla y fue vista en el Teatro Regio de Turín en 2012. Se trata de una producción con un diseño escénico mínimo y decorados simples pero monumentales. En el estreno de París, Decker afirmó que el mar no puede ser llevado al escenario, ni tampoco un barco, y la tormenta podría ser evocada en el mejor de los casos por la lucha interior de los protagonistas. De ahí que el mar y el buque apenas se intuyen, porque Decker está más interesado en el trasfondo psicológico del libreto, proponiendo su espectáculo en la evocación de dos mundos: uno real y el otro onírico e imaginario, que se comunicaban a través de una gigantesca puerta blanca situada en el costado derecho del escenario, sin necesidad de otros elementos escénicos, sólo mesas, sillas, cuerdas y poco más, en un montaje minimalista pero sugestivo en el que la música es la verdadera protagonista.

En el espectáculo de Decker Senta lucha desde el inicio con su neurosis, y su subconsciente enfermo genera ilusiones, fantasmas que al final la llevarán al delirio y al suicidio. Contrariamente a la tradición, se suicida con una daga, algo no previsto por Wagner. Así, Senta se convirtió en la verdadera protagonista, aunque otra cosa es que en esta representación concreta se lleve el barítono el gato al agua. La escena sigue funcionando, con sus pensados movimientos y la cuidada iluminación, pero se siente algo vetusta.

El holandés errante de Wagner, en Les ArtsEl holandes errante de Wagner. Nicholas Brownlee, Elisabet Strid, Franz Josef Selig, Stanislas de Barbeyrac, Moisés Marín, Mary Eva Kroon. Dirección musical:  James Gaffigan. Dirección de escena:  Willy Decker. Escenografía y vestuario:  Wolfgang Gussmann. Iluminación:  Hans Tölstede. Cor de la Generalitat Valenciana. Coro de la Comunidad de Madrid. Orquestra de la Comunitat Valenciana. Producción del Teatro Regio Torino, original de la Opera National de Paris. Palau de les Arts. Valencia, 2 de marzo de 2025.

Imagen de la producción
© Miguel Lorenzo-Mikel Ponce

¡Qué diferente de la muy realista de Giancarlo del Monaco en Beejing! donde una proyección nos presentaba el barco acercándose al escenario en medio de una tremenda tormenta hasta que, milagrosamente, el barco se hacía realidad desde la misma proyección! Luego, sí que el mar y el barco se pueden llevar a escena.

Irreprochable, formidable la lectura de Gaffigan desde los acordes iniciales de la obertura, quizá incluso con demasiado ímpetu y volumen en percusión y metales, hasta los finales tras el suicidio de Senta. Pura vitalidad y tensión con una orquesta y unos coros de la Generalitat valenciana, suplementados éstos con los de la Comunidad de Madrid, en los que no faltaron irregularidades dentro de un alto nivel.

Impresionante también toda la intervención de Nicholas Brownlee, un barítono-bajo que se ha convertido en el Wotan de nuestros días. Una voz timbrada, con caudal, expresividad y segura en todos los registros, a la que acompañaron presencia e interpretación escénica. Correcta, sin más, la Senta de Elisabet Strid, una soprano de voz lírica muy atractiva, pero sin los graves y arrestos para pasajes como su balada o los tensos dúos con el Holandés y Erik. Stanislas de Barbeyrac lució su timbre de tenor lírico con algunos problemas en el registro agudo, mientras que Franz Josef Selig volvió a ser el buen Daland habitual. Gran triunfo de un público que siguió las dos horas y cuarto con inusitada atención. Así son las cosas cuando éstas se hacen bien. Gonzalo Alonso

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