
En conmemoración del 300º aniversario de la publicación de Le Quattro Stagioni (Las cuatro Estaciones) de Antonio Vivaldi, La Follia presenta este espectáculo interdisciplinario que fusiona la música barroca con la danza contemporánea y el arte visual.
También se celebra el 10º aniversario de La Follia, reafirmando su compromiso con la difusión de la música antigua a través de propuestas escénicas vanguardistas.
Este espectáculo se realizará el próximo sábado 30 de agosto, a las 21 horas, en la Sala Orestes Caviglia (San Martín 251), en el marco de la 65° edición del Septiembre Musical, que organiza el Ente Cultural de Tucumán. Entrada general $15.000, jubilados y estudiantes $10.000, disponibles en culturadetucuman.entradanet.com; y boleterías del Teatro San Martín y del Teatro Orestes Caviglia.
La producción es realizada por artistas y profesionales independientes radicados en la provincia de Tucumán, bailarines, músicos artistas visuales y de la escena.
El montaje se inspira en los elementos naturales y emocionales que Vivaldi plasmó en su obra. A través del diálogo entre la música, la danza y la tecnología visual, se generará una atmósfera envolvente que sumerge al
espectador en las estaciones del año, evocando sus contrastes y transiciones.
Las Cuatro Estaciones – 300 años de un legado universal es una celebración de la historia y la innovación, una propuesta que reafirma el diálogo entre el pasado y el presente, y una oportunidad para acercar la música de Vivaldi a nuevas audiencias a través de un lenguaje escénico contemporáneo.
Sobre Vivaldi:
Vivaldi nombró los primeros cuatro conciertos en honor a las estaciones del año y organizó sus ideas musicales para corresponder con sonetos descriptivos. Estas obras interrelacionadas, que conocemos simplemente como
Las Cuatro Estaciones, permanecen como las joyas más preciadas dentro del incomparable catálogo de conciertos solistas de Vivaldi.
Los sonetos ofrecieron a Vivaldi amplias oportunidades para la pintura musical, como en el primer movimiento de La Primavera, donde el canto alegre de los pájaros se representa con trinos en los violines, seguidos más
tarde por truenos y relámpagos. El apacible segundo movimiento retrata a un cabrero dormitando en un prado, con las violas interpretando el ladrido de su perro. El final introduce a ninfas y pastores danzando al son de gaitas, evocada a través de acompañamientos en forma de zumbido y en nuestra versión representados por cromornos.
El Verano trae consigo el “calor abrasador del sol”, reflejado en figuras musicales lánguidas. El solista inicia tocando en el estilo de un cuco (cuculus canorus), con su distintivo canto de dos notas insertado entre constantes golpes de arco. La llegada de un fuerte viento del norte desata una tormenta, agitando el movimiento. El segundo movimiento muestra otra siesta, esta vez interrumpida por la molestia de mosquitos y moscas, junto con ocasionales truenos. El final desata toda la furia de la tormenta veraniega, con líneas
musicales que caen como torrentes de lluvia.
El otoño comienza con campesinos bailando y bebiendo en celebración de la cosecha, hasta que todos caen en un sueño embriagado. El segundo movimiento desciende al más profundo letargo, con el solista uniéndose a las cuerdas con frases pausadas, mientras la guitarra y el clave decoran la armonía con arpegios improvisados (ad libitum). El final despierta con una cacería, completa con imitaciones de cuernos de caza, escopetas y ladridos de perros que persiguen a una fiera, quien acaba muriendo.
El Invierno pinta una escena de frío desolador, dificultad para caminar sobre la nieve y dientes castañeteando por el frío. El segundo movimiento traslada la escena a la calidez de un hogar junto a una chimenea, mientras las gotas de lluvia continúan cayendo fuera representadas por los pizzicati de los violines. El final comienza con pasos inseguros y resbaladizos sobre el hielo, hasta que se desatan ráfagas de viento furioso.
Dirección Musical: Guido Nazar y La Follia.
Coreografía y Dirección de Danza: Melina Martínez y compañía de danza contemporánea “Mal tiempo”.
Audiovisuales: Mocha Szabo
Producción y puesta : María José Stefani
Músicos
Violines concertino:
Alejandro Brandán (Principal primavera y verano)
Mariel Rizo Mender (Principal otoño e Invierno)
Violines Ripieno:
Srehia Sapag
Guillermo Gray
Viola: Magalí Arevalo
Violoncello: Maximiliano Vece
Contrabajo: Bernardo Efrón
Flautas y Cromornos:
Freddy Powell
Victoria López Ninoff
Guitarra: Daniel Albarracín
Dirección al clave: Guido Nazar
Artistas de La Compañía de Danza “Mal tiempo”
Bailarines:
Antonella Fanjul
Guadalupe Tejerina
Laura Carrasco
Pablo Vignoli
Rafael Segovia
Carlos Acevedo
Dirección coreográfica: Melina Martínez
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