11 de diciembre de 2024

Radio Clásica

Argentina

Ismael Jordi: “Cantar en el Met es como jugar el Mundial o la Champions”

El tenor, que debutará la próxima temporada en el Metropolitan como Alfredo Germont en “La traviata”, estrena un concierto homenaje a Luis Mariano el 20 de marzo en el Teatro Arriaga de Bilbao

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Ismael Jordi

Ya fue Luis Mariano (1914-1970) hace unos años. Vaya que sí lo fue. Parece que “El cantor de México” era un traje hecho a medida para Ismael Jordi, traje que se enfundó con esfuerzo por lo estrecho del ajustadísimo vestuario que se diseñó para él. Lo recuerda con una sonrisa y ríe al confesar que tuvo que perder nada menos que doce kilos casi del tirón para calzarse unos pantalones que más parecían pantys: “Cuando yo vi aquello… Estuve a sopa de cebolla y ensalada un día sí y otro también y así conseguir bajar de peso”, cuenta divertido. Nos remontamos al año 2008. El tenor de Jerez estrenó la opereta con puesta en escena de Emilio Sagi en el Chatelet de París. No podía ser en otro sitio. Nada más llegar al teatro se le fueron los ojos a una placa que le recibió con una advertencia: la de que allí, entre sus paredes, el vasco Luis Mariano había cantado 952 funciones de “El cantor de México”. Para echarse a temblar. “Fue lo primero que vi, así, de entrada, como para abrir boca. Y entonces pensé: “¿Pero dónde me he metido yo?”. Imagina la responsabilidad. En la parte alta tenía su casa. En Francia era y sigue siendo un dios”, comenta Jordi.

El disco de Alagna

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Ismael Jordi en El cantante de México. Chatelet. París, 2006 (c) Jules Ephrussi

¿Guarda un buen recuerdo? “De lo más bonito que he vivido en mi carrera. Lo pasé muy bien. Sagi posee un gusto exquisito con los trabajos que hace”, apunta. Cuenta que ese papel estaba destinado a otro tenor, Roberto Alagna, pero, por esas cosas que tiene la vida, el siciliano no pudo hacerlo y le ofrecieron a Jordi, que en principio había firmado únicamente unas cuantas, todas las funciones. Llegó incluso a hacer audiciones en el Chatelet. Y se llevó el papel de calle. “El disco que grabó Alagna de temas suyos es una joyita, maravilloso, una referencia”, añade sobre el álbum «México. Roberto Alagna canta a Luis Mariano» (2005).

El día 20 de marzo, unos cuantos años después, el artista vuelve a convertirse, esta vez por obra y gracia de Calixto Bieito, en el artista vasco, en un espectáculo en el Teatro Arriaga de Bilbao que será un concierto homenaje del que no desvela mucho, pero que guardará la esencia del eterno Luis Mariano, su vida, sus canciones y que cuenta con el piano de Rubén Fernández Aguirre, viejo y querido compañero del tenor, minucioso, atento siempre al artista y adorado en la profesión. El director de escena solamente le ha puesto una condición: “Me dijo muy serio: “No te voy a volver loco. Solo te pido que cantes Violetas imperiales, que era la canción favorita de mi madre”. Y ahí me tienes dale que dale todo el día. Como para hacerlo mal”.

Difícil de igualar

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Debut Ismael Jordi en el Metropolitan Opera

Jordi es un admirador y acérrimo defensor del cantante nacido en Irún, amado en Francia y menospreciado en su país de nacimiento, España: “La voz de ese hombre era increíble. Cuidado, que cantar como él lo hacía es dificilísimo. Los temas se los escribían para su voz. Son de una belleza visual que apabulla, de Andalucía a La bella de Cádiz, pasando por una preciosa canción a los serenos que tiene”, desvela. Tanto es así que, de momento, ha aparcado la “Ana Bolena” que tiene cercana “porque esto es un trabajazo”, asegura. Le suena Luis Mariano mucho mejor en francés que en español. Ahí le chirrían un poco las letras. En sus conciertos no falta un tema del guipuzcoano, a quien define como “un cantante lírico de medias voces y falsete al que es complicadísimo igualar”.

Celebra también estos días su debut en el Metropolitan de Nueva York la temporada próxima (enero de 2023) con el Alfredo Germont de “La traviata” junto a una compañera que quiere de corazón, Ermonela Jaho, Violetta con quien, además de este título ha cantado “La bohème”: “Imagina cómo estoy… Eso de poder cantar allí es fantástico, como poder jugar el Mundial o la Champions. La pandemia truncó mi debut hace un par de años con “Romeo y Julieta”. Ermonela es más que una compañera. Es una amiga, que conoce perfectamente el Met porque canta allí y porque vive en la ciudad. Y el resto del reparto es estupendo”.

A pesar de que su aspecto es eternamente joven, son ya más de veinte años de carrera. ¿Ha cambiado mucho el patio lírico? “Sí, bastante. El tema de las redes le ha otorgado, como a casi todo, inmediatez. Ya no existe la calma que antes se respiraba, estás expuesto cada vez que abres la boca para cantar. Quizá algunos artistas están en exceso pendientes de las redes y menos de lo que deberían de su voz y hay que estar muy concentrado en ella y en las partituras, pero cada uno es un mundo”, reflexiona. Él dice con satisfacción que siempre, desde que estudiaba con Kraus y Berganza (menudos maestros) ha ido paso a paso: “Me enseñaron la técnica y el respeto y la profesionalidad, el amor al trabajo y creo que eso es lo que hoy nos está faltando. Parece que ya nadie se acuerda de los grandes y de sus enseñanzas. Ahí está Youtube que todo nos lo soluciona. Pues a través de sus vídeos se puede seguir aprendiendo de ellos”, propone. Además del canto, dice Jordi que hay más cosas. La familia, la tierra, un buen Jerez y un buen jamón. “Voy cumpliendo años y soy más fiel a mis principios. No hay que aceptar todos los papeles. Hay que pararse, respirar, mirar y pensar. Y el horror que ha sido la pandemia al menos ha hecho posible que nos detengamos y reflexionemos. Yo no me puedo quejar, pero no me veo a estas alturas haciendo el pino. No me interesa”.

Debutar Werther

¿Qué papeles le gustan a Ismael Jordi? “Los que no puedo cantar. Se me resiste Werther, aunque me gustaría y mucho, debutarlo, entrar más en el repertorio francés. También Manon, y seguir con lo que canto. En el repertorio belcantista me siento a gusto, sé que no me hace daño. Hay momentos en que todo va a tanta prisa que has de sentarte y ver por dónde van los tiros”, responde. Además de Bilbao pasará un tiempo largo en Ámsterdam con la trilogía de las reinas de Donizetti. María Estuarda le espera el año que viene. Y Roberto Devereaux en 2024: “Vamos, que voy a estar cantando reinas los próximos años…”. Y en el Real y La Zarzuela también estará presente. Como un rey. Gema Pajares

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