“El hombre es un péndulo
entre la sonrisa y el llanto”
Lord Byron
El primer coliseo argentino cerró su temporada de ballet con un espectáculo de alto vuelo artístico: El corsario. Bajo la dirección de Mario Gallizzi, la obra de Marius Petipa, con coreografía de Anna-Marie Holmes se presentó desde el 17 hasta el 30 de diciembre, con una puesta en escena lograda, trabajada, que no dejó librado al azar detalle alguno y que plasmó una elevada realización. La reconocida historia traspasó el escenario gracias a la capacidad de todos los intérpretes.
Este ballet en tres actos, que lejos queda de los palacios y las reverencias de príncipes y princesas, es una historia de piratas y de las aventuras que se pueden transitar con el lenguaje único de la danza. Con una escenografía impactante, propuso naufragar en un velero de gran porte y vivir un sueño rosado a la vez.
El trabajo avistaba un elenco histórico, en un principio los bailarines invitados fueron Natalia Osipova, del Royal Ballet de Londres, y Daniel Camargo, del American Ballet Theatre. Si bien no fue posible contar con la presencia de ambos, el Ballet Estable brindó un espectáculo de calidad y se hizo eco de su trayectoria.
Durante la primera función, los roles principales estuvieron interpretados por Camila Bocca, que realizó una Medora con toques personales, que tradujo en momentos de comicidad, gracia y encanto; Federico Fernández le dio vida a un valiente y romántico Conrad y Ayelén Sánchez, en el rol de Gulnara, que encarnó a una joven que no quiere ser vendida y transmitió su negación en las variaciones sin perder la dulzura.
Por su parte, Edgardo Trabalón realizó su última obra como bailarín del Teatro Colón, en el papel de Birbanto, digno del carácter del artista, que asumió a su personaje con la fuerza y destreza de la experiencia. De la misma manera, la primera bailarina de la casa, Carla Vincelli, se retira tras 20 años de trayectoria, con éste mismo título, durante la última función.
En el exterior, la tensión social se apodera de las calles y la vorágine de la ciudad sostiene su ritmo avasallante. Mientras tanto, en la sala principal del coliseo argentino, transcurren raptos, disparos de armas de fuego, venta de esclavos y mujeres, con un toque de humor. Esta representación expone diversas problemáticas de la época, sin embargo, el hilo conductor está teñido por la comedia y el drama romántico.
En este mundo de piratas, cabe destacar la actuación de Jiva Velázquez que alcanzó un nivel de técnica excepcional, entre saltos y velocidad, se llevó una gran ovación durante la coda de Ali, incluso antes de que concluya el acto. En el mismo tramo, la pareja integrada por Marisol López Prieto y Martín Vedia fue excepcional.
Asimismo, los pas de deux entre Conrad y Medora,se llevaron grandes aplausos tras desbordar de empatía. Entre la cantidad de pirouettes en diagonal, sin desprenderse del personaje, que realizó Camila Boca y los Jetés girados de Federico Fernández, se complementaron con solvencia.
El jardín animado de El Pasha fue una de las escenas con mayor presencia de paisajismo: un abanico de flores rosadas dispuestas en arcos y una gama de tonos pastel que procuraban el ensueño. Los niños que bailaron en este patio encantado (estudiantes del Instituto Superior de Arte del coliseo) brindaron una cuota adicional de gracia y ternura.
El Teatro Colón logra con estas propuestas reunir a un público ecléctico, que además de los tradicionales concurrentes abonados y la prensa especializada, incluye artistas, extranjeros que disfrutan de hacer turismo, los padres de los niños del ISATC y, hasta por citar un ejemplo, a una pareja de abuelos con su nieta no mayor de seis años que socializa con una pequeña caja de dulces entre sus manos. El Corsario logró esa fantástica amplitud en ese elástico universo de los asistentes.
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires
Dirección musical: Manuel Coves, Ezequiel Silberstein
Ballet Estable del Teatro Colón
Director: Mario Galizzi
Coreografía: Anne-Marie Holmes
Reposición coreográfica: Leonardo Cuestas, Vagram Ambartsoumian y Natalia Saraceno
Escenografía: Christian Prego
Vestuario: Aníbal Lápiz
Iluminación: Rubén Conde
Principales Intérpretes: Carla Vincelli, Camila Bocca, Ayelén Sánchez, Rocío Agüero, Juan Pablo Ledo, Federico Fernández, Gerardo Wyss, Alan Pereyra, Jiva Velázquez, Yosmer Carreño, Luciano García, Emanuel Abruzzo, Gerardo Wyss, Jiva Velázquez, Facundo Luqui, Ayelén Sánchez, Lola Múgica, Rocío Agüero, Beatriz Boos, Edgardo Trabalón, David Gómez, Emanuel Abruzzo, Marcone Fonseca
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