Diego Hodara, la fuerza del deseo

Entrevista al cantante y actor cordobés, que desarrolla su carrera artística en el teatro y la televisión en Buenos Aires.

Tal vez se trató de una casualidad, pero esta entrevista se hizo el Día Internacional del Actor aunque en su arquitectura interna, Hodara también es cantante, formador de artistas, productor, escritor, entre otras profesiones de las artes escénicas. Debido a su sólida formación y experiencia, el jueves 27 de agosto brindó una charla abierta junto al Seminario de Canto del Teatro del Libertador General San Martín en relación a su pasión: el teatro musical.

Creció bajo el cielo de Córdoba y perteneció al semillero de niños cantores, el colegio Domingo Zípoli. En sus padres encontró a la música como factor de unión, también la contención y la libertad. “Mi mamá me inspiró y mi papá me permitió”, explica Hodara.

“Si vos algún día estás en un escenario como este, yo me voy a sentir muy orgulloso”, le supo decir su papá frente al Teatro del Libertador, y eso fue suficiente para habilitar el camino a su vocación.

Cantante y actor

Las bases del intérprete

Hodara recorrió los teatros de la calle Corrientes en Buenos Aires, pero en su infancia, le sacó brillo a la calle Maestro Marcelo López, donde está ubicado el instituto Zípoli.

“Si tengo que decir qué cosas me dio Córdoba -reflexiona el artista-, debería decir toda mi formación como músico, la oportunidad de ir a una escuela pública del Gobierno de la Provincia. Gratuitamente, fui formado por grandes maestros en un hermoso contexto. Nuestras aulas eran nuevas, estamos hablando cerca del año 86. Todas con sus pianos impecables, pizarras pentagramadas, el auditorio. Córdoba me privilegió en darme acceso a algo que, tal vez, de otra forma yo no hubiese conocido. Me dio acceso, me dio oportunidades. Y me dio el beneficio de ser un niño que se inspiró en el arte y me compré ese pasaje para el resto de mi vida. No me dedicaré a otra cosa, no me imagino haciendo otra cosa. Eso me lo despertaron mis maestros y mi escuela”.

La maestra Memy Sánchez aparece con cariño y como una fuerte presencia en sus recuerdos “era mi maestra e integrante del Coro de Cámara durante muchos años, hicimos muchos viajes a Europa, grabaciones del coro. Bueno, todo eso me inspiró el actor que evidentemente lo tenía innato”, dice.

Hodara con Enrique Pinti en Antes de que me Olvide

El teatro musical

“Cuando conocí la ópera, sentí la empatía de la escena del actor con la música. En ese contexto del Teatro del Libertador, con ese cuidado y ese nivel internacional. Sentí una energía enorme”, destaca el autor, además, de la obra Las amantes odiosas.

Su nuevo vocabulario artístico se vislumbraría frente a El diluvio que viene, una comedia musical basada en el libro After me the Deluge, de David Forest, protagonizada en aquella oportunidad por Raúl Lavié. “Al ver esta obra fasciné. Sentí que era la modernidad de la ópera pero en un contexto de escenario giratorio, luces robóticas, bailarines, una cosa mucho más acorde a las imágenes de un chico más joven”, relata el intérprete sobre su juventud, en donde su voz ya lo destacaba en el Coro Juvenil Mixto del Instituto Domingo Zípoli, dirigido por el maestro Hugo de la Vega.

“Me gustó la manera de contar, mucho menos acartonada que la ópera -recuerda-. Con todo el respeto que merece la ópera, la amo y la consumo. Pero como intérprete, mi instrumento se refiere mejor a este género”.

El Reino del Revés con Anita Martínez

Referentes

“Hoy, cuando le hice un posteo a Memy, me vino una emoción muy genuina –revela Diego Hodara-. En ese momento la pensé, le hice un homenaje en mis pensamientos. Mientras la lloraba, realmente, sentía que ella había sido mi gran mentora”. Memy Sánchez fue su primera gran maestra.

Buenos Aires, el teatro, un poco de suerte y mucho talento, lo conectaron con otras figuras que incidieron en su camino. “Ricky Pashuks me da la primera oportunidad, Alberto Favero, Lino Patalano, Guillermo Francella, Adrián Suar, entre otros, son todos empresarios jefes que a mí me han dado oportunidades. Esos son mis referentes, personas de absoluta generosidad que te brindan espacios, te abren puertas. Reina Reech que me abrió las puertas de su escuela. Merecen mi respeto y admiración”, subraya Hodara.

La televisión y el musical      

La escena transcurre en la vereda de una calle. Diego Hodara personifica al hermano cordobés de Favio Posca en la serie Noche y día de la productora Polka, en 2014. Se suele generar una cierta expectativa cuando aparece el acento cordobés en la pantalla. “Cada vez que he ido a la tele, seguramente es porque Guillermo (Francella) ha estado ahí”, recalca.

“Yo soy del teatro pero visito la televisión. La tele para mí es un lugar de trabajo, un lugar a donde voy con mucho entusiasmo, pero no es mi lugar. Muchas figuras populares las conozco por el teatro. Hubo un viraje en el espectáculo hacia el teatro, la televisión ya no es tan rentable”, cuenta Hodara.

“El musical está sufriendo una grave crisis, antes de la pandemia. Ya no dan los costos para producir musicales de Broadway, importarlos, traer la escenografía, los vestuarios, todo como traían antes. Entonces, ahora se hace como se puede, y eso se devaluó mucho”, comenta.